En Fundación La Semilla sembramos compromiso y cercanía en las comunidades rurales del país.
Este fue el espíritu que se vivió el pasado jueves 27 de noviembre en la Fiesta de la Cosecha, celebrada en la Escuela Básica de Campiche.
Este año se sumó un nuevo desafío: cada curso diseñó un deshidratador. Los del primer ciclo trabajaron en un modelo individual, pensado para llevarlo a sus casas. Los del segundo ciclo crearon un diseño para un deshidratador que quedará instalado en la escuela para procesar los productos de la huerta.
Los profesores evaluaron todas las propuestas y seleccionaron las dos con mejor puntaje, proyectos que se presentaron en la ceremonia, oportunidad en la cual los estudiantes mostraron un nivel de claridad y seguridad al explicar sus ideas.
El momento más emotivo y significativo fue cuando los estudiantes, con orgullo y determinación, realizaron su juramento como Forjadores Ambientales, sellando públicamente su compromiso con el cuidado de nuestro planeta.
En el evento participó toda la comunidad educativa, un testimonio de la integración de este proyecto en la vida escolar. También tuvimos el honor de contar con la presencia de representantes de la empresa Gasmar y, por supuesto, de Fundación La Semilla, reafirmando nuestra alianza y propósito.
Durante todo el año, nuestra Fundación ha mantenido una presencia constante y cercana en la Escuela Básica de Campiche, realizando un trabajo semanal enfocado en dos pilares esenciales:
- Talleres de Huertos: donde manos pequeñas aprendieron el ciclo de la vida, desde la siembra hasta la cosecha, entendiendo el valor de los alimentos y la conexión con la naturaleza.
- Forjadores Ambientales: creando líderes juveniles conscientes y activos en la protección de su entorno.
Este trabajo se complementó en terreno con salidas
